166. INTROYECTOS. YO.

Me pareció interesante este artículo que habla del significado de los introyectos, de entre otros, elegí compartir el enlace del mismo para que sirva de explicación a quienes no sepan su significado (https://psicologiaymente.com/psicologia/introyeccion-que-es-ejemplos#SnippetTab).

Un ejemplo muy claro podría ser mi torpeza y miedo ante el deporte, podría haber plantado todos esos miedos e inseguridades en mi hija, de manera que hubiera echo de ella un miedo, experiencia y sentir por los mismos, que en realidad eran mías.

Al contrario, ella se arriesga en la práctica de algunos deportes y además le gustan muchos, es realmente buena, mientras que para mí era mi asignatura más difícil y rechazada, para ella es todo lo contrario.

Evidentemente no he podido ocultar todo y algunos rechazos, miedos, dificultades los ha observado y adquirido sin que haya podido evitarlo, pero en aquello que he podido se lo he evitado.

Reflexionaba sobre el daño que los introyectos pueden hacernos desde nuestra más tierna infancia, aprendemos mucho por imitación y el efecto contagio determina muchos de nuestros aprendizajes y experiencias.

Yo no soy como tú mamá… me ha dicho en alguna ocasión, entonces yo contesto que no voy a quererla más o menos porque se parezca a mí o no, además yo no soy ella ni lo quiero, ni pretendo.

Pero cuanto daño pueden hacerse comentarios en voz alta que desvían a nuestros hij@s de nuestros verdaderos deseos para ell@s.

A ella le apasionan los deportes, a mí me apasiona la formación, pero ambas nos gusta leer, también somos buenas escribiendo.

Desde pequeña tenía una enorme facilidad de aprendizaje y memoria, pero a medida que fue creciendo los introyectos le plantaron características que no hablaban de ella.

No necesito que haga o deje de hacer, que sea o deje de ser, para quererla por ello, pero sí lo necesitan quienes le plantan esos introyectos, pues son las únicas razones que le permiten aceptarla y quererla por cumplir esas expectativas o agradar.

Y mientras yo me esfuerzo por barrer y borrar esos introyectos, por limpiar el camino para que pueda observarse de forma neutra, permitiéndose verse y descubrir quien es, lo que le gusta, aporta, apasiona y rechaza, sin hacerlo condicionada por lo que le hayan dicho o hecho creer.

Como padres, familias, educadores y acompañante en el camino de muchas personas, a veces lo que sembramos no es la cosecha que queremos recoger, pero ni siquiera nos detenemos a reflexionar, a veces sólo nos centramos en evitar las características del otr@ progenit@r que rechazamos, no nos gusta o pueda hacer recordar, sin pensar en ningún momento en el daño que hacemos a nuestr@s hij@s y de forma especial, a alejarle de lo mejor, que finalmente es lo que queremos para esa personita.

No quiero que seas como YO, en realidad es lo que más deseo querida hija, que NO SEAS como YO, pues lo que más deseo es que SEAS TÚ MISMA, que sean tus propias experiencias, vivencias y aprendizajes los que te lleven a elegir tu vida y vivirla en primera persona.

Ojalá mis patrones, cicatrices y huellas de vida, te condicionen lo más mínimo e incluso no lo hagan, pues he luchado con todas mis fuerzas para que así sea.

Y ahí vuelven a aparecer mis miedos, los fantasmas de mi infancia, de mi adolescencia, de mi etapa adulta… pero ella es ella y yo soy yo, afortunadamente, así que mis decisiones y elecciones tienen que ser tomadas desde la más absoluta serenidad y seguridad por darle el mejor ejemplo y ser la mejor opción para nuestras vidas, sin ir cargada de miedos, que secuestren mi vida y contagien la de mi hija.

Afortunadamente ya no necesito agradar a nadie, ya no temo el rechazo, el abandono, el desprecio, los juicios ni pago precios por ser amada, tales como renunciar a mi, entre otros muchos.

Llegar aquí ha sido tan duro como la mujer que soy, dura y sensible a la vez, así es la crianza que le ofrezco, quizás no soy tan divertida como le gustaría que fuese, lo sé, pero soy en estos momentos la madre y mujer que puedo ser.

Me ha tocado sobrevivir muchas veces, también sentir el amor interesado que sólo busca beneficio o cubrir algún tipo de intercambio provechoso, lo conozco y además es bastante doloroso, pero tan real como lo soy yo.

YO, si YO, simplemente YO. Ni mejor, ni peor, solamente YO.

He aprendido a luchar, a retirarme, a observar, a colocarme en el lugar que es posible o en la posición que en cada campo de batalla pueda ser más favorable… he aprendido.

A veces siento temor por mí misma, puedo sorprenderme de tantas maneras y es que amar es un acto tan generoso como puede resultar doloroso, así que a veces aún cuando parezca que estoy presente, estoy amando en retirada, pues amar también es soltar e irse cuando seguir no puede llamarse amar.

Y amar también es soltar para estar presente lejos, cuidar y estar para el momento que la persona amada se haya podido dar cuenta, pues amar a un hij@ no puede estar condicionad@ a muchos aspectos, que nos distancian de la responsabilidad de SER PADRE/MADRE.

Y también tengo miedo en la crianza de muchos aspectos, aún cuando mi hija me regala dibujos y frases como la mejor madre del mundo, sé perfectamente lo imperfecta y peor madre, mujer que puedo ser y soy.

Afortunadamente nadie puede leer mis pensamientos, ni tampoco mis sentimientos, pues la mezcla de ambos son tan profundos e intensos como yo.

Creo en el ser humano, el mismo ser humano que me ha decepcionado, pateado y traicionado sin piedad, mientras veo día a día la tragedia humana, el dolor, la desesperación, el dolor y sufrimiento, sintiéndolo como mío, sabiendo que no es mío, aunque lo haya vivido y experimentado.

Quisiera gritar que ese no es el camino, pero quien soy yo para impedir a alguien vivir su propio proceso de crecimiento y reconstrucción.

Mi trabajo no habla de mí, tampoco lo hace mi manera de trabajar en mi profesión, pero sí habla de mí el lugar a donde el destino me ha llevado sin darme opción, así que algún sentido importante debe tener haber llegado a un lugar donde se trabaja con Victimas y la Violencia.

La coraza que me recubre parece muy dura y fuerte, pero en realidad es el disfraz de mi empatía y sensibilidad, ante lo peor que puede ocurrir al ser humano y que puede transformar en lo mejor para si mism@ y sobre todo en esperanza de una vida mejor para nuestr@s hij@s.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s