Durante este duro camino de duelo es importante darse permiso a sentir emociones muy contrarias, a respetar nuestro tiempo, nuestros espacios y a entender que tampoco es fácil para quienes nos acompañan.
Desafortunadamente las frases utilizadas por siempre son frases hechas, carentes de aceptación, apoyo y respeto ya que su interpretación son todo lo contrario que con ellas se intenta.
Buscamos validación de nuestros sentimientos y emociones, buscamos un hombro en el que llorar, un abrazo, un oído que escuche y constantemente escuchamos un listado de todo aquello que debemos hacer y comparaciones para restarle importancia a nuestro dolor, creyendo que de esa manera contribuyen a aliviar nuestra pena cuando el resultado es hacerla aún más honda, a sentirnos menos comprendidos, apoyados, respetados, etc.
En realidad lo mejor muchas veces es escuchar, que la otra persona pueda expresar, compartir lo que ha vivido, lo que siente y que nos limitemos a brindarles nuestro hombro, un abrazo, un beso y simplemente de forma respetuosa preguntarle qué necesita y de qué manera podemos ayudarle, cual es la forma que le gustaría le ayudásemos en este camino y trabajo personal.
A modo de ejemplo ilustrativo, extraídas del libro la cuna vacía, cito brevemente las frases que debemos evitar decir ante una perdida, en este caso hablamos de perdidas de embarazos pero podemos adaptarlas y entenderlas en otros contextos, son las siguientes:
- No te lo tomes así, tienes otros familiares.
- Tienes que olvidarlo
- Mejor no hablemos de ello.
- Mejor ahora que más adelante.
- Estas cosas pasan, es normal.
- Eres joven, tendrás otros.
- Tienes que salir, pensar en otra cosa. Esfuérzate.
- Ya tendrías que estar mejor, pasó hace X meses, días…
- Esto que te ha ocurrido no es nada comparado con…
Y así un suma y sigue de frases como podrían ser preguntar si la persona fallecida estaba enferma, si era joven o mayor, etc. La realidad es que la persona tiene que asumir una perdida y los detalles de la misma no minimizan es esfuerzo y dolor que este camino supone.
Decirle al otro que debe ser fuerte, que es frágil, egoísta, etc. Tampoco ayuda.
En estos momentos la persona apenas tiene fuerzas para si mismo-a, necesita tiempo y espacio para poder recolocar toda su vida alrededor de lo que ha ocurrido. Por tanto es de gran ayuda que otras personas asuman el cuidado de hijos pequeños, labores domesticas y un sin fin de cosas que aunque parezcan de poco peso son una carga añadida para quien casi no tiene ni fuerzas ni ganas para nada.
Es necesario alternar momentos, saber que cuenta con la ayuda y apoyo de otras personas le permitirá sentirse libre para darse permiso de sentir esa desgana, de sentarse a escuchar, a escribir, a pensar, etc.
Este camino tiene varias etapas de las que ya les hablare, pero por ahora el primer y más importante paso es saber estas pinceladas a grandes rasgos, más bien dirigidas para adultos ya que respecto de los niños, adolescentes me gustaría añadir algunos matices, lo dejare para otra ocasión.
Hay una frase que recuerdo de manera especial y fue la vez que recibí la llamada del autoescuela para empezar las practicas de coche. Entonces le dije a Inés que no podía porque mi hermana estaba muriéndose y era cuestión de poco tiempo. Su respuesta fue muy acertada al decirme: «Tere ahora no las haces porque se esta muriendo y luego no las harás porque habrá muerto». Así que empece las prácticas de coche y ya les contare como intente compaginarlas con trabajo, hospital…
La realidad es que las excusas no nos sirven para avanzar, que vivir los caminos en vez de siendo protagonistas como victimas tampoco es de gran ayuda y que la mejor razón para transitar todos los caminos debe ser una razón propia, personal y que valga la pena como puede ser «SOY LO MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA, LA VIDA ES UN REGALO QUE OTRAS PERSONAS YA NO TIENEN ASÍ QUE AUNQUE SEA DURA TRANSITARÉ ESTE CAMINO Y APRENDERÉ DE ÉL».
Siempre recuerdo ver a personas quejándose de las arrugas, a mujeres mayores quejándose de sus dolencias y mientras yo pensaba que la vida le había arrebatado la juventud a mi hermana, así que… si valoramos lo que tenemos en vez de enfocarnos solamente en quienes perdemos es más fácil conseguir un equilibrio.
Finalizo con esta frase de Marcel Proust: «Lo único que nos cura de un sufrimiento es vivirlo a fondo».
Así que si es momento de llorar y tristezas, lloremos, si es momento de enfadarse vamos a aceptarlo, etc.
Vive intensamente cada momento, escucha y habla con tus emociones, son tus mejores amigas y te guían para que binomio mente y cuerpo se adapten a los cambios de la Vida.
PD: Dedicado a mi hermana, a mi hija Lucia, mi hijo Angel, a mi Tio-Padre Vicente, a mi primo Vicent, a mi Amiga Carmen, a mi Amigo Roberto, a mi abuela materna, a mi abuela paterna, a todas las personas que ya no están en mi vida de manera física, a las que se han ido de otra manera.
DEDICADA a aquellas personas que hoy atraviesan cambios de diferentes tipos y creen en mí para guiarse los pasos a dar en este camino, en especial a mi Amiga-Hermana Amarillas Fluorescente Auxi.
GRACIAS INFINITAS…
Hola Teresa,
Haciendo búsquedas sobre personas que hablan sobre el duelo he encontrado tu post. Me gusta mucho cómo enfocas la muerte de tu hermana. Me gusta porque se parece a mi enfoque. Yo perdí a mi pareja hace tres años y he intentado darle un sentido a esa muerte y veo la vida como algo que tengo que aprovechar y sacar aprendizajes de todo lo que ella me vaya trayendo. Me alegra ver a personas como tu. Un abrazo.
Oihana
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Hola mi niña, además de mi trayectoria en pérdidas y cambios de la vida, llevo cerca de un año formandome en el trabajo de duelo, mi intención es ayudar a personas a superar tan duros momentos. Es necesario normalizar la enfermeda, la muerte, los cambios. Etc. Puedes encontrar en youtube algún video mío en el canal con mi nombre y apellidos Teresa Santana Blanco. Gracias por tus comentarios. Recibe un abrazo enorme y comparteme cualquier cosa que necesites. Agradecida siempre.
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