Bueno y en este camino de formación de inteligencia emocional, donde aprendo a diferenciar emociones de sentimientos, como influyen nuestros pensamientos, las emociones de la carga emocional, el volcán de emociones, como gestionarlas, el autoconocimiento, nuestro patrón de respuesta emocional y un largo etc.
Vivo de lleno las siguientes: Tristeza, miedo y enfado. Por tanto, compartiré un recorrido por las tres emociones identificando sus características, funciones y regulación porque creo que pueden ser de ayuda en líneas generales para mi querida Amiga Auxi y las personas que en estos momentos le acompañamos.
Vamos a tener una conversación con la tristeza.” Hablar con la tristeza” es uno de los recursos que proponemos para regular tus emociones.
La tristeza es como una compañera, se pone a tu lado y lo que hace es ofrecerte un espacio, en el que puedas reconocer, aceptar y gestionar la pérdida. Con la tristeza tendrás la oportunidad de parar, de tener ese periodo de intimidad, introspección que te permita ponderar el significado de esa pérdida. De esta forma, tendrás la oportunidad de re-ajustar tu historia para que tu vida pueda seguir adelante.
La pérdida produce dolor, la tristeza llega para avisarnos de que vendrá el dolor. Seguro que has oído hablar de los procesos de duelo, es posible que hasta hayas vivido alguno. La tristeza es la emoción que te acompaña para que puedas vivir ese proceso.
Duelo
En un proceso de duelo, se vive un cambio que es percibido de forma negativa ya que hemos perdido algo, o simplemente porque no estamos seguros de poder responder ante nuestra nueva situación.
Según una de las más prestigiosas psiquiatras mundiales en temas relacionados con el duelo de la muerte, la Dr Elisabeth Kubler Ross, en el proceso de duelo intervienen 5 etapas.
Figura 1. Proceso de duelo.
Etapa de negación e inmovilidad. Se produce un estado de shock que paraliza. La pérdida provoca que perdamos una posición ya conocida. Esta sensación de inseguridad ante lo nuevo, inducirá a negar lo que está sucediendo.
Etapa de enfado. Pasad la primera etapa, aparecerá una respuesta más intensa y activa. Suele manifestarse con enfado e irritación. Hay actividad en esta etapa, pero no dirigida a adaptarnos a la nueva situación sino a mantener la anterior.
Etapa de negociación. Se busca lo mismo que en la etapa anterior, mantener la situación previa. Se negocia con uno mismo y/o con el entorno, Incluso pueden buscarse benéficos que aporta la pérdida.
Etapa de dolor emocional. Es en esta fase donde la tristeza nos acompaña. Se produce la evidencia de que la pérdida es irrecuperable. Es en esta fase donde necesitamos el espacio que la tristeza nos ofrece. Puede prolongarse en el tiempo en función de nuestra capacidad de gestionar el cambio de estado de ánimo que produce.
Etapa de aceptación. Empezamos a recuperar las capacidades que parecíamos haber perdido. La percepción de la realidad es más real y damos paso a la recuperación del control de nuestra vida.
Este proceso puede durar entre 2 semanas y 6 meses, dependiendo del tipo de pérdida. Es importante vivirlo, pasar por cada una de las fases, aunque no tienen por qué darse en el orden que las hemos comentado, pero, con la alerta suficiente a que, si alguna de las fases se enquista y provoca problemas para desenvolvernos en la vida cotidiana, quizás sea necesario buscar ayuda externa para evitar el sufrimiento y la depresión.
«El sentido del sufrimiento es éste: todo sufrimiento genera crecimiento. Nada de lo que nos ocurre es negativo, absolutamente nada. Todos los sufrimientos y pruebas, incluso las pérdidas más importantes, son siempre regalos» (Kübler-Ross, 2008).
Cuando la tristeza aparece, tendremos síntomas como una sensación de estar sobrecargado, de movernos torpemente, aparecerá el dolor, quizás sufrimiento, permítete estas sensaciones, acéptalas, experimentarlas y exprésalas para que puedas sobrevivir y llevarlas a su fin. Generalmente utilizamos dolor y sufrimiento como sinónimos. Sin embargo, es importante entender la diferencia para poder gestionarlos.
El dolor emocional, es un sentimiento negativo que surge, en situaciones generalmente relacionadas, con una pérdida o con alguna situación que nos ha afectado de forma sustancial.
El sufrimiento va un paso más allá. Es una respuesta cognitivo-emocional que surge ante el dolor. Es un conjunto de pensamientos, emociones y sentimientos que se mezclan, con mayor intensidad y duración que el dolor emocional. De hecho, es posible que el sufrimiento dure indefinidamente, aunque la situación que lo provocó ya haya pasado, se haya solucionado.
Daniel Goleman recoge en su libro Inteligencia Emocional las diferentes manifestaciones de la tristeza en diferentes áreas según el William Styron.
Psicológicas | Físicas | Intelectuales |
---|---|---|
Odio hacia uno mismo | Insomnio | Confusión |
Falta de autoestima | Apatía | Imposibilidad de concentrarse |
Pesadumbre enfermiza | Sensación de embotamiento | Pérdida de memoria |
Sobrecogimiento y alineación | Nerviosismo | Distorsión caótica de la mente |
Ansiedad abrumadora | Desasosiego | Marea tóxica en los procesos mentales |
Incapacidad para disfrutar | Extraña fragilidad | |
Sensibilidad difusa | Comida insípida | |
Desesperación | Falta de apetito |

La tristeza es la emoción de la que todos queremos despojarnos, suele ir acompañada de algunas consecuencias:
- Disminuye nuestro interés por los placeres y la diversión.
- Pone nuestra atención en aquello que hemos perdido.
- Provoca una pausa, un refugio reflexivo en nuestras acciones cotidianas, que nos ayuda a renovar nuestra energía para permitirnos avanzar hacia una nueva situación.
Tipología de la tristeza
Seguimos conversando con la tristeza y nos enfocamos ahora en diferenciar su tipología:
- Primaria-saludable-adaptativa.
- Primaria-desadaptativa.
- Secundaria-desadaptativa.
- Instrumental.
Teniendo en cuenta que las emociones suceden en nuestro presente, la tristeza aparece cuando está sucediendo algo que nos ha provocado una pérdida. Si hemos perdido a un ser querido, nos han despedido aparecerá una tristeza primaria-saludable y adaptativa, responde al momento actual, a la situación real que está aconteciendo.
En los videos de las aulas magistrales encontrarás algunos ejemplos ilustrativos sobre la tipología emocional de la tristeza. Ahora, veamos un ejemplo contigo mismo:
- Busca una situación en la que sentiste una pérdida: persona, relación….
- Ponle nombre a tu emoción.
- ¿Qué sientes en tu cuerpo?
- Dale nombre al sentimiento- es posible que quieras cambiar la posición de tu cuerpo, hazlo.
- Deja que tu cuerpo refleje el sentimiento.
- Toma una respiración, suspira si es necesario, deja que tu cuerpo decaiga, se acurruque.
- Deja que tu rostro exprese la tristeza.
- ¿Qué necesitas? ¿Contacto? ¿Consuelo?
- ¿Qué puedes hacer para darte eso que necesitas? 10. ¿A quién puedes acudir?
Este ejercicio te permite entrar en contacto con tu tristeza primaria-saludable y adaptativa. Sucedió en aquel momento, te informó. Una buena gestión emocional habría sido vivir el dolor de la pérdida y preguntarte ¿ahora que necesito para avanzar?
Una tristeza sin gestionar, provoca una acumulación y se convierte en una tristeza primaria-desadaptativa. Las vivencias de los procesos de duelo pueden ser un ejemplo. La persona no se siente capaz de afrontar y seguir después de una pérdida que ha afectado de forma importante su equilibrio emocional. Con frecuencia, en estos casos, hay otras emociones que se han añadido al cocktail emocional: el enfado, el miedo.
También puede aparecer una tristeza primaria desadaptativa cuando alguien es amable o tierno con nosotros. Aquí se presenta la posibilidad de detectar una de las necesidades psicológicas fundamentales que vimos en el tema 2, el amor. Cuando tenemos una carencia de amor, la tristeza se convierte en una emoción primaria, pero desadaptativa porque aparece en cualquier situación que nos muestra nuestra carencia.
Hagamos otro ejercicio, ahora con la tristeza primaria no saludable:
- Identifica una situación en la que sientes que estas atascado en la tristeza, un sentimiento de sentirte herido del que no consigues deshacerte.
- Busca esta sensación en tu cuerpo, ¿hay una voz negativa criticándote por estar triste? ¿Qué dice esa voz?
- Reproduce en alto lo que estás oyendo: «me siento solo…», «no le importo a nadie…», «no puedo sobrevivir sin …».
- Busca otra voz interna que esté disponible también.
Me salto las demás porque creo que con esta información es suficiente para ser capaces de tener unas ideas muy básicas respecto de esta emoción que tanto nos puede ayudar.
Más aún la operación de la suma mágica: EMOCIÓN+PENSAMIENTO= SENTIMIENTO. Nos vamos a sentir en función de lo que pensemos cuando sentimos la emoción.
Me siento triste y esa tristeza se debe a como esta evolucionando la enfermedad de la madre de mi querida Auxi. Si mi pensamiento es negativo, como por ejemplo » no entiendo porque tiene que ser así, otros se curan…», en vez de pensar por ejemplo: » me siento triste, sé que es inevitable el desarrollo y como evoluciona la enfermedad por su madre, pero estoy fuerte, preparada y decidida para acompañarla en esta dura experiencia, estaré a su lado de forma incondicional dispuesta a todo…
De esa manera consigo obtener un sentimiento de optimismo ante la situación en vez de sentir enfado, odio, tristeza, indignación, impaciencia y otros negativos.
Sentirme así no va a cambiar la situación, por tanto será más positivo para nuestro estado de ánimo hacer una correcta gestión de la emoción que nos llega. Bienvenida emoción, te siento, te escucho y te hablo pero de forma positiva. Podemos gestionarla de forma saludable para enfrentar el proceso con dignidad, valentía y fortaleza.
VAMOS A INTENTARLO. PODEMOS.
Amiga, acepta la tristeza como parte del proceso, es necesaria y justo que te des permiso de sentirte así, de llorar, de ser consciente de lo que tus palabras y las mias confirman, lo sabemos, duele escucharlas, pero sabemos que es la realidad, no se trata de que sea o no justo, simplemente sabemos que forma parte de nuestras vidas pasar por esto. Remover mis recuerdos, atraer emociones ya vividas es algo de lo que conmigo no tienes que disculparte, para mi es un honor recordar lo vivido, lo superado puesto que esa experiencia me permite en mi camino ser capaz y estar preparada para acompañarte en estos momentos aportandote lo mejor que quedo en mí, me das además la oportunidad de volverme a emocionar y dejar mis lágrimas libres para sentir lo que siempre sentí. Esas heridas querida Amiga cicatrizan pero no se trata de superarlas sino aprender a vivir con ellas, después de lo vivido nunca volvemos a ser las mismas, esa parte de cambio en nosotras también conlleva un proceso de duelo que hay que superar. Ya lo sé, yo perdí a mi hermana cuando tenía 41 años de eso hace 11 años, tu perdiste a tu padre hace tan sólo dos y ahora sabes que tu madre también se va por la misma enfermedad. Vive la despedida desde la oportunidad que la vida te da para compartir con tu madre cada instante y centrada en cada instante, paso a paso el camino te irá guiando, no tengas miedo yo y otras personas vamos a estar a tu lado. Sé que duele, ese dolor no lo puedes evitar. Recuerda tan sólo que la tristeza, el dolor serán tu compañia por un tiempo, tendrás que convivir con ellos y aceptarlos, con los sintomas que traen consigo, después podrás echarlos, ahora son necesarios, dejalos habitar, tan sólo te quieren ayudar. Escucha a tu cuerpo y escucha a tu corazón, querida Amiga lamento terriblemente no poder evitar lo que te esta tocando vivir, pero si esta a mi alcance acompañarte y dar lo mejor que tengo en mí y de la mejor forma que sé. Disculpame si en algún momento te hiero, desee tantas veces alguien a mi lado capaz de decirme tantas cosas en aquellos momentos, tan sólo me tenía a mí con mi hermana enferma Isabel, con sus dos hijos pequeños, con mis padres, con mi hermana Mercedes, evitando hablar del tema. Con mi propia mochila cargada, además de mi peso quise meter el de todos los demás y olvide, porque desconocía que no aliviaba el dolor de nadie, que cada uno tenía que vivir su propio proceso y aprendizaje y al final me lesione, no es necesario sufrir doblemente sino lo justo y necesario, pero sobre todo centrarse en el proceso, en tu madre y en tí, es VUESTRO MOMENTO, VÍVELO TAN INTENSAMENTE COMO PUEDAS, QUIERAS Y NECESITES. Recuerda DECIDE TÚ, no permitas que nadie decida por tí salvo que así lo quieras o necesites.
Estoy aquí, estaré aquí… TE QUIERO MI AMIGA AMARILLA FLUORESCENTE AUXI, no dejes de decir o hacer aquello que desees o necesites, el momento es AHORA.
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